El aumento del número de ‘pequeñas guerras’ ha llevado a la proliferación de esfuerzos de reconstrucción después del conflicto. La experiencia en los Balcanes con la reconstrucción post guerra puede aportar una contribución significativa para un mayor aprendizaje, dado que aún hay mucho que aprender de la pobremente concebida, caótica y desordenada manera en que el mundo intervino y trató de ayudar en Kosovo en los 90. Entre las lecciones más importantes aprendidas es la necesidad de incluir totalmente a las mujeres en la construcción de la paz. En el caso de Kosovo, como ocurre en todas partes, el esfuerzo internacional ha sido dominado por los hombres con poca visión o ninguna, de cómo tratar las desigualdades de género. Esta indiferencia a su vez afecta los programas de asistencia, con efectos particularmente dañinos para las mujeres. |