Este artículo, basado en una investigación de campo realizada en Kabul en febrero del 2002, comienzo discutiendo cómo las mujeres experimentan la guerra y el conflicto de forma distinta a los hombres, definiendo en particular los diferentes tipos de violencia contra las mujeres en Afganistán. Seguidamente al identificar a las mujeres afganas como individuos, así como sus organizaciones y redes, analizo sus distintas estrategias de supervivencia y las formas como las redes y distintos grupos solidarios se convirtieron en mecanismos de empoderamiento. Después demuestro cómo bajo el gobierno Taliban muchas mujeres arriesgaron sus vidas al convertir sus hogares en redes clandestinas de colegios para niñas y mujeres jóvenes. Mi argumento es que como actores sociales, ellas fomentaron la cohesión y la solidaridad en sus comunidades. Sus organizaciones secretas ya han sentado las bases para la construcción del capital social el cual es crucial en el proceso de reconstrucción de Afganistán. En la sección final afirmo que las mujeres en Afganistán, como actores sociales, son optimistas y tienen la voluntad de participar en el proceso de reconstrucción. Como investigadora intento articular sus voces, visión y demandas que espero sean tenidas en cuenta por las personas que definen las políticas, y por los cooperantes. |