La incorporación del SIDA/VIH no consiste en tan solo adaptar los programas de las ONG sino también en modificar las asociaciones con estas. El trabajar en un contexto con una alta incidencia de SIDA/VIH tiene un impacto organizacional considerable en las ONG implementadoras. Debido a que el personal o los familiares del personal se enferman, sus ausencias del trabajo son más frecuentes afectándose su desempeño en el trabajo e incrementándose los costos médicos y de capacitación y contratación. Para simplemente mantener su capacidad de trabajo actual, las ONG van a tener que invertir en cambios en su personal, en la capacitación y programas de concientización, en las políticas de salud, y en el manejo financiero lo que necesariamente costará más dinero si se quieren lograr los mismos resultados en el trabajo. A pesar de todo este esfuerzo, el trabajo logrará un menor impacto (debido a que una proporción de los beneficiarios pueden estar enfermos o muriendo). El proporcionar un apoyo efectivo a las contrapartes afectadas por el SIDA/VIH tiene por lo tanto grandes implicaciones para las ONG, debido a que los donantes que a su vez las apoyan demandan ‘resultados de acuerdo al dinero entregado’. Es por esto que en las asociaciones ambos socios tienen que cambiar: ¿será que podemos estar a la altura del reto moral y profesional? |