Académicos africanos y estudios africanos

El artículo explora el desarrollo de los estudios africanos, mayormente en Europa y Norteamérica después de 1945, y en el África de la post colonia. Los estudios africanos gozan de relaciones cada vez más estrechas con la cooperación para el desarrollo bilateral y multilateral, pues brinda investigaciones e investigadores (con sus propios marcos conceptuales y preocupaciones) para ayudar a definir y orientar a la ayuda internacional y sus políticas. Lo anterior ha provocado prácticas negativas, toda vez que se pasan por alto investigaciones hechas en Africa al formular políticas internacionales para ese continente; mientras que los africanistas externos se adjudican el papel de interpretar el mundo para África y viceversa. Esta dinámica apuntala las asimetrías existentes respecto de la capacidad e influencia, en especial dada la crisis de la educación superior en la mayoría de los países africanos. Además socava la comunidad de investigadores africanos, en particular el alcance de intercambios nacionales e internacionales y el compromiso dentro de los debates más amplios sobre el desarrollo. De tal forma que la opción que queda para los científicos sociales, que no han sucumbido ante el mercado de consultorías, ni han buscado continuar su carrera en otra parte, son estudios empíricos limitados. Esta división política del trabajo intelectual necesita ser reemplazada con otra que permita la libre expresión e intercambio de ideas, no sólo de africanos sobre Africa, sino con otras personas de la comunidad internacional que compartan las mismas preocupaciones temáticas o teóricas que los investigadores africanos.
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