En 1987-1988, un debate nacional surgió en Canadá sobre la conveniencia de ingresar a un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos y su efecto potencia sobre la cultura canadiense, la sociedad, la soberanía nacional, así como sobre la economía. Una coalición nacional de sindicatos de trabajadores y grupos de la sociedad civil surgió para oponerse a tal acuerdo con los Estados Unidos y más tarde a su expansión hacia México: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).