Basándose en el caso de Burkina Faso, este ensayo analiza los efectos de las compras locales realizadas por productores marginales. Sostiene que, debido a la importación de alimentos y a las “ventas de pánico” de los productores, no existen condiciones de mercado perfectas. Por lo tanto, el precio de mercado no es equivalente al precio óptimo. Como no existe un precio óptimo, se justifican las intervenciones en los precios, y el pago de un precio “más justo” a los productores locales es no sólo posible sino deseable.