Es cada vez más reconocido el hecho que la guerra cambia los roles y responsabilidades dentro de la sociedad, exponiendo a las mujeres y hombres de todas las edades y clases sociales a nuevas amenazas y oportunidades. Las guerras civiles deterioran y destruyen la vida civil. Los hombres parten, mueren en combate, sufren brutalidades, pierden el empleo, o caen victimas del desespero, la violencia o la apatía. Las mujeres asumen cargas enormes de trabajo y todo tipo de tareas y responsabilidades, pierden su seguridad y a quienes las protegen y se convierten en victimas y en personas marginales.