El potencial de colaboración entre académicos y ONG es enorme. Sin embargo, ésta es mucho más difícil de lo que al principio parece, aún cuando ellos tengan el mismo compromiso y los mismos valores hacia una causa o un tema en particular. Este artículo examina algunos de los factores que desarticulan a la colaboración entre los académicos y los profesionales. También identifica cinco diferentes modelos de colaboración y propone recomendaciones que, si respetadas, pueden eliminar algunas tensiones en los esfuerzos colaboracionistas, brindando una base para el aprendizaje continuo.