A través del análisis de cómo se han institucionalizado las ONG en Bangladesh, la autora examina los patrones de burocratización y profesionalización para argumentar que las ONG son parte de un proceso de incorporación en el cual actúan como mediadoras de la oposición al género y otras estructuras de desigualdad. Dos tendencias importantes ejemplifican estos procesos: la creciente asociación entre el Estado, las ONG y las agencias donantes, y el viraje en el discurso del bienestar social y redistribución hacia el individualismo, el espíritu empresarial y la independencia.